Me encontraba caminando con mi hermana por las calles de Avellaneda en busca de trabajo, una persona nos dijo que íbamos a encontrar trabajo a dos cuadras de donde estábamos caminando. Cuando llegamos a la esquina de esa calle doblamos a la derecha y en ese momento una señora vestida con harapos nos dijo "quieren dinero? yo les puedo hacer que consigan dinero fácil, vengan conmigo" , le dije "JAAAAAA no, vamos hilen" la agarre del brazo y seguimos caminando por esa cuadra. No hicimos ni dos metros cuando vimos a una señora vestida de verde,de pelo rubio con aspecto de suciedad, que caminaba tres pasos y luego volvía sobre ellos. El lugar se iba tornando cada vez mas extraño, tenia un estilo del Lejano Oeste con calles de tierra, casas de madera y tranqueras para caballos, al final de la calle había una especie de vagón de tren muy descuidado donde nos habían dicho que ahí íbamos a encontrar trabajo, pero como vimos que el lugar era muy extraño y se empezaron a acercar tres hombres con estilo de vaqueros, vestidos de negro, nos dimos media vuelta para irnos corriendo pero parecía haber una fuerza que nos empujaba para atrás que nos impedía correr así que caminamos rápido a viento en contra digamos.
Tomamos un colectivo para ir a una galería parecida a la galería Bond street, el lugar estaba muy abandonado er amuy oscuro, las vidrieras estaban sucias, algunas rotas, otras tapadas con papel de diario, había muy pocos locales abiertos y muchos estaban cerrados. Entramos a uno que estaba abierto, tenia un cartel mal colgado de colores vivos pero al ser viejo se veía desgastado, cuando quisimos mirar ropa el señor del local nos dijo "justo se me rompió la baranda donde cuelgo la ropa, así que no van a poder ver nada" había un desorden de ropa perchas y ropa, partimos de vuelta para Avellaneda.
En colectivo de vuelta nos encontramos con mis dos primitas de 8 y 13 años, pero en ese momento las vi como cuando tenían 3 y 8 años, les dije "a donde van ustedes dos solitas?" me respondió la mas grande "a casa, nos tenemos que bajar de este colectivo para subirnos al 116", se bajaron repentinamente y dije "agus no! no vayan solas!" no tuve tiempo de bajar, el colectivo volvió a arrancar y las vi yéndose de la mano las dos solitas. Cuando el colectivo se descongestionó de gente, pude encontrar un lugar para sentarme adelante de todo, en ese momento el colectivo se convirtió en un micro de larga distancia, con sillas muy cómodas, saque de mi bolsillo un ipod y de un segundo al otro recordé mi última historia sentimental, empecé a soñar despierta recordándolo, mire hacia mi derecha y lo vi a él! si, era mi antigua historia, era Vin disel, lo mire y dije "hola" mientras le sonreía tristemente porque recorde el final triste que tuvo nuestra relación, tuve que dejar. Me puse a charlar con él y me dijo que iba a haber una fiesta en su casa en honor a la apertura de un local que abrieron, le dije que si, que asistiría, así que continué mi viaje con él.
Cuando aparecí en su casa con él, no fui bien recibida y menos por su hermana que resulto ser Michelle Rodriguez, ya que todos sabían que había sufrido por mi abandono hacia él. Sin embargo eso no impidió que me divierta. De pronto la casa fue tiroteada e invadida por personas del bando contrario a ellos, Vin me protegió y me escondió a un armario secreto pero una especie de adrenalina se apodero de mi y le dije que quería ayudarlo, él se resistió al principio pero insistí, así que salí, tome una metralleta y salimos a matar.
Luego del tiroteo, nadie del bando de Vin salió herido, la banda que decidió invadirlos por una especie de venganza huyeron con varias bajas. Todos decidieron en salir en busca de una solución y sugirieron que alguien debía quedarse en la casa y cuidar el local así que Vin se ofreció y me dijo que me quede con él, los demás estuvieron de acuerdo y salieron en sus respectivos autos. Cuando ya no había nadie Vin se acerco lentamente hacia mi, me acaricio la mejilla con su mano, la llevo hasta me cuello y me acerco lentamente hacia su boca, no pasaron mas de 60 segundos y sonó el timbre del local, los dos nos miramos con cara de QUE MOLESTA LA GENTE! el local resulto ser un kiosko y el chico que vino a comprar quería una gaseosa de litro. Para ir a buscar la gaseosa debía que ir al cuarto contiguo pero no había una puerta para poder acceder al cuarto, debía pasar por un hueco de no mas de 100cm2 de área, luego debía atravesar arrastrandome por el suelo a través de un pasiilo muy corto, el cual pude atravesar sin problemas. Cuando llegue a la habitación contigua vi a una anciana sentada en una mecedora, la habitación era muy rústica, había un ovillo y agujas de tejer de lana tirado en un sillón antiguo, en el medio de toda esa visión había una heladera con puerta de vidrio llena de gaseosas de todos colores, agarre una gaseosa de color naranja y en todo mi trayecto la anciana siguió cada uno de mis pasos con una sonrisa inocente, un poco aterradora diría, pero pude volver sin problemas.
Cuando atravesé de nuevo el hueco y el pasillo estaba de nuevo en el local, para ese momento ya habían llegado todos y me avisaron que estaban preparando un almuerzo asado en el jardín trasero.