La cuidad de Avellaneda city se había convertido en una cuidad parecida a Tokio, Japón. Una tarde sali de mi casa rumbo al supermercado, no hice media cuadra cuando me di cuenta que podía ir a bañarme para no tener que volver a mi casa y salir de nuevo. El hecho es que realmente se había convertido en Tokio porque debíamos bañarnos en baños públicos, así que volví a casa a buscar ropa limpia, toallas y monedas para pagar el uso del baño. Cuando salí, salí envuelta con la toalla en el cuerpo y en la cabeza para no tener que llevarlas en la mano, solo llevaba en la mano mi ropa limpia y tenía mis vans rojas puestas. Camino al baño me encontré con un señor que me sonrió al verme, era alto, con barba gris, no pasaba de los 47 años,me lo cruce en la esquina de una doble avenida, él justo ayudo a cruzar a una anciana, lo salude y seguí caminando, cuando de pronto me di cuenta que solo llevaba puesta una sola zapatilla, así que volví sobre mis pasos para buscar mi zapatilla, me vuelvo a encontrar con el señor de antes y me pregunta: ¿Estas buscando tu zapatilla? el señor cierra sus ojos, como si buscara mi zapatillas con la mente, cuando los volvió a abrir me dijo: Busca detrás del cartel de la confitería que esta a una cuadra, lo miré con asombro y le dije: Gr-gracias fui hasta la confitería y ahí estaba.
Mi camino de regreso al baño público fue un poco diferente porque pase por la esquina mi casa que de a poco se iba tornado muy oscura y todo empezó a verse como un bosque, el camino me llevaba hasta la subida de una montaña,la cual subí. Llegue hasta una casa vieja y abandonada. Adentro estaba el señor que me ayudo a encontrar mi zapatilla y mi prima Ivana jugando a las cartas, ambos sentados cada uno en dos mini-sillones blancos con un mesa de madera. Me senté, los miré y el señor me pregunto: ¿Queres jugar? o podemos mirar una película de terror. No dije ni una sola palabra, ni siquiera mi prima, el señor se levanto y puso una película de terror empezada y comenzó a contar una historia acerca de una niña que murió en la casa donde estábamos sentadas. Se dice que la niña aparece debajo de la cama de una habitación, la cual teníamos a primera vista. Cuando miramos debajo de la cama vemos salir debajo del a cama una mano, luego asoma todo el brazo, luego el otro brazo y derrepente vemos que se asoma la cabeza de una niña con cabello largo y oscuro, en ese momento el hombre dijo: Sigamos jugando a las cartas, no debemos mirarla , yo segui jugando pero con temor de que nos pueda hacer algo. La niña comenzó a dar vueltas por todo el living, mientras caminaba se podía escuchar cada paso que daba porque el suelo era de madera color gris gastado y la casa, al ser vieja, rechinaba. Poco a poco se fue acercando hacia donde estábamos jugando. Mientras que yo la miraba de reojo, el hombre murmuraba sobre su hombro: No la mires!, y yo volvía mis ojos hacia las cartas. La niña nos fue rodeando por todo nuestro alrededor hasta que llego hacia mi, podía escucharla respirar detrás mio acercandoce cada vez mas y mas y mas hasta que la escuchaba respirar en mi oído, mis latidos del corazón aumentaban cada vez mas y mis ojos se abrieron cual pez de ojos saltones, rápidamente en ese momento me di vuelta con grito a punto de salir de mi garganta y... no había nadie de pronto se abre la puerta y aparecen 3 chicos con tablas de surf que no esperaban encontrar gente adentro de esa casa, nos saludan sorprendidos y nos invitaron para ir a surfear a la costa.